viernes, 2 de septiembre de 2011

MOVIMIENTOS SUBTERRÁNEOS

Ya sé que no sirve de mucho que diga:
En ese lugar quiero tus ojos
y volver desnudos
sólo en las venas.

Con el mismo sabor aterciopelado en la punta de los dedos.
Ante la misma puerta.

Como antes, en la frontera de una almohada

Volver
al límite de la noche con el cuello sin respuestas

Ya sé que no sirve de mucho que sepas de mis alcances
de este aire enrarecido.
Qué quiera saber del tu silla, de tu voz, de tu calle,
en fin,
del tiempo.



Pero no me hagas caso, no me oigas, sabes bien, que a veces delirio, que exploto,
de vez en cuando, a menudo,
a veces,
de vez en cuando
por las líneas de mi mano, por secretos absurdos que sabemos,
ya no volverán