Cerciórate sombra que hacia donde vayas
nadie te siga.
Que tu rumbo no es remedio para el alma,
sino trampa y ortiga,
que tu falda
trae veredas ásperas por desembarcar.
nadie te siga.
Que tu rumbo no es remedio para el alma,
sino trampa y ortiga,
que tu falda
trae veredas ásperas por desembarcar.
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