BOSQUES DE PINOS
nada más la lluvia de pinos y una casa donde la tercera tabla crujía
en la mesa pequeña desaparecía una planta seca,
en una mas grande, yacía una copa
en cuyo borde solía habitar un llanto escénico
casi histérico.
Todo era sumamente verde y vulnerable
seco y frondoso
hasta el nerviosismo famélico del tic tac del reloj.
el ave ya venía herida
y su perfume cayó entre el follaje
la profundidad del bosque detuvo un sueño
en la mesa pequeña desaparecía una planta seca,
en una mas grande, yacía una copa
en cuyo borde solía habitar un llanto escénico
casi histérico.
Todo era sumamente verde y vulnerable
seco y frondoso
hasta el nerviosismo famélico del tic tac del reloj.
el ave ya venía herida
y su perfume cayó entre el follaje
la profundidad del bosque detuvo un sueño
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