domingo, 24 de abril de 2011

JARDIN JAPONÉS


No me quedo en los ayeres que hacen daño
ni en el hoy que se marca en el espejo
los abismos que calzo no son nuevos
ni los pasos que me siguen me los saco
Tuve todo lo que un día devolví
sin desprecio sin reproches casi muda
hice huellas en la arena con mis manos
y bebí en copa de tardes la frescura
Esperé con el alma el beso amado
que dejó en mis labios su piel y su fragancia
el mar y una vida entera nos separa
lo que no es olvido ni desierto
Encerrado entre mis ojos y mis entrañas
bien sabe él que lo llevo prisionero
Tengo tiempos amables, no lo duden
la lluvia del invierno en mi ventana
amigos con los que hoy invento risas
y aún tejo sueños locos a mis alas