domingo, 21 de agosto de 2011

AIRE VICIADO



Huelo a cigarrillo enredado en la palabra.
al terminar la noche adjetivos estilan de mi pelo olor humo
y entre las quebradas de las sabanas
desbarrancan las páginas de un libro
cargadas de nicotina sentimental
Si,
huelen mis mucosas rosas a aire viciado
a tabaco negro de boca ajena,
a la nube azul y gris de la espera
al propio vicio de vestirme sin nada
porque cuando hace frío, ese frío que tu sabes,
el humo es lana
y es seda y es ahogo lento de calor artificial.
Huelo a mi puerta, a mi llave
a mis zapatos rojos
a una tumba temeraria, invisible, abierta