viernes, 21 de octubre de 2011

SUEÑO NUMERO MIL

Era un nudo, una serie de curvas superpuestas que en la medida que intentaba alcanzar el aire cada vez iban estrangulándose más . Incluso esa noche, había soñado con una cascabel. Intentaba relacionar a los personajes del sueño con las personas que le rodeaban. Había un hombre de pelo largo y una mujer mayor que vendía flores, fue ella quién entró a aquel cuarto pequeño y vacío donde minutos antes Vignia había estado a escuras caminando círculos sin razón alguna presintiendo que no estaba sola.
Vio a la mujer tomar la sierpe, la vio retorcerse entre sus manos la sostenía desde la mitad del cuerpo, avanzó con ella hacia la puerta, al pasar cerca de Vignia el reptil alargó su cuerpo y abrió las fauces dejando al descubierto un húmedo y mucoso túnel rosado. Por fracción de minutos ella se imaginó entrando por aquella abertura y sintió en su propia garganta a la víbora. Con un espasmo de su esófago deglutió su cabeza y luego sintió como se desplazaba el largo cuerpo camino al estómago.