En la soledad del espectáculo se arranca la risa del labial
víctimas no confesadas
(las de las heridas ocultas)
entonces vamos a llamarle movimiento
a esta c
a
í
d
a
libre
aplauso
al sonido de los dientes que nos muerden las viseras
árbol
a la espina clavada en el costado
y así
sin paracaídas
elevamos el dolor
que llena la casa de aullidos
víctimas no confesadas
(las de las heridas ocultas)
entonces vamos a llamarle movimiento
a esta c
a
í
d
a
libre
aplauso
al sonido de los dientes que nos muerden las viseras
árbol
a la espina clavada en el costado
y así
sin paracaídas
elevamos el dolor
que llena la casa de aullidos
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