sábado, 19 de diciembre de 2009

APOKALIPTICO



Nada existía en el infierno ni el paraíso.

Yo te amaba.

Ni la virgen María
nos podía salvar del oscuro trance,
de esas calles.

Yo te amaba y oh...
¡ Cómo libidinosamente lo hacía!

1 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Siempre recordando....Quízas pretendes dar pena a alguien?

20 de diciembre de 2009, 17:22  

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