viernes, 21 de octubre de 2011

MICROCOSMO

Duda si salir o no, a pesar que sabe, que lo hará de todas maneras, a como de lugar, pero sentir duda, revolotea su estómago de manera casi orgásmica.
La duda, es parte de su vida. Esta vez, la hora, es la panacea. No es tarde, pero ya los almacenes han cerrado.
Hoy su día empezó más tarde, como quizás también ocurre con su vida.
Todas las horas mal gastadas son culpa. Este es otro auto castigo que no avanza más, que por si solo y es inversamente proporcional a su quehacer humano.
Vive con culpas auto infringidas por el peso de las dudas que se multiplican, directamente proporcional , a sus obligaciones cumplidas con apremio, a última hora , al borde de la falta.
Nunca le gustó la matemática salvo para calcular las horas que pierde, así y todo, lleva una cuenta de todas las horas mal gastadas, que suma, a los días que le quedan, obviamente con el respectivo peso amargo de las queridas culpas.
Saldrá o no esta noche, a esta deshora?. La lógica le diría que no lo hiciera sin embargo, lo más seguro es que siga su esencia que corre pendiente abajo con su propia nebulosa interestelar.