viernes, 21 de octubre de 2011

Hoy amanece la letanía del silencio en esta estación vacía,
con la mano extendida a la limosna del sol.
Las puertas aguardan como soldados
sobre los cimiento rígido del deber.
En silencio, en posición firme y fiel, parece sonreír
No cabe preguntar.
-Pienso que el silencio también puede hacer llorar,
pero este, no es el caso-.
No proceden las respuestas en la veta material,
lo concreto lo ha entregado todo
en su noble misión de ser.
Odio vestirme de comunismo falso
usar los colores del desprecio al consumo.
Es bueno tener y gozar sin sentido de culpa.
Pero en la hora de la hora,
bendita sea la forma de saber abandonar y ser feliz