De tanto en tanto la boca,
es un cántaro de asuntos viscerales,
banco de peces
volando a razón de la luz.
Sobre el más puro concierto del silencio, se desnuda la bestia,
abre la semilla prohibida,
nace incorrupta la presencia sigilosa de las víboras.
De tanto en tanto juego con tus exequias,
pisoteo el día que naciste,
invento que no existes, que has muerto de todas las palabras,
que te has ido de cada taza,
de toda sangre que te precede,
desabarrancado
de todo mísero recuerdo.
es un cántaro de asuntos viscerales,
banco de peces
volando a razón de la luz.
Sobre el más puro concierto del silencio, se desnuda la bestia,
abre la semilla prohibida,
nace incorrupta la presencia sigilosa de las víboras.
De tanto en tanto juego con tus exequias,
pisoteo el día que naciste,
invento que no existes, que has muerto de todas las palabras,
que te has ido de cada taza,
de toda sangre que te precede,
desabarrancado
de todo mísero recuerdo.
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