miércoles, 12 de febrero de 2014

ACOSTADO Y DE ESPALDAS

Acostado y de espaldas.
El índice recorre el mundo,
las cosas,
los pequeños espacios que se abren y se vuelven a cerrar,
todo lo importante late entre las punta de tu pelo matiz
y el doble cerro donde termina la constelación de tu espalda.
¿A dónde vas mientras la acaricio?.
Acostado y de espaldas es
donde empiezan y terminan mis viajes,
los intentos fallidos que escribimos en trozos de papel,
la mirada de infinito vaivén con que miramos el futuro.
¿Dónde
cuándo tus ojos invertidos se hunden en las sábanas?.
Intento un mapa sobre la suave posición de su carne,
mis dedos se deslizan por vías infranqueables,
estoy tan lejos cuando estamos tan cerca,
te ves tan abandonado así, mientras me dejas luna, sol,
único horizonte o todo lo que no soy pero me invento.
Rozo los secretos más íntimos de tus lunares y dibujo un barco
donde no viajo más.
No hay puerto viable, ni revólveres,
no hay salida cuando mi cuerpo
se concibe la prolongación de tu cuerpo,
despiertan las libélulas y siguen las arañas,
no hay mentiras en el arco perfecto de tus hombros,
sobre el dialogo pulcro que sostienen las vertebras,
en este calor que  traspasa,
en el terror de imaginar que alguna vez
te he amado.