VUELO RETRASADO
Una llamada, avanzo hacia tu encuentro unas horas después de haberte despedido en la mañana , te ibas lejos muy lejos. Espero sentada en un escaño Te veo venir entre al multitud. Mi corazón no puede reaccionar al milagro. Te han retenido a mi lado unas horas más. Los dioses nos aman, nos han regalado una noche más.
Te veo escribir mientras yo intentaba leer páginas saltadas de un libro. Sentado, a unos metros, desde la cama te observo . La habitación en silencio
sólo la luz tenue del escritorio y la que proviene de la mesa de noche alumbra el lugar.
Juntos una vez más, como deberíamos estar al final del día, cuando la jornada termina. Detrás de los ventanales, las luces de la cuidad se extienden sobre un fondo negro. Revisas correos, pasas nota a tu columna que debe aparecer en unos días, de vez en cuando me preguntas cómo estoy. Sonrío, bien, estoy muy bien. Te recuestas a mi lado, nos divierte encontrarnos así. No quiero preguntar, saber del futuro, no quiero pactos. Tengo certezas pero esta noche, vuela con alas propias.
Beso tu espalda, nos miramos a los ojos en silencio. Me cubres con tu cuerpo, estremezco, siento tu piel suave, tibia, respiras en mi, tus labios rozan los míos, tu lengua abre mi boca, ahogo palabras que intentan en vano, una especie de conjuro que logre retenerte por siempre. Esta noche juré no pensar. Mis manos recorren tu íntima geografía, alcanzan lomas fuertes, redescubren quebradas húmedas donde se pierden hasta encontrarte, me embriaga tu aroma a hombre, a paz, a guerra eterna, a constante hechizo. Aspiro profundo.
Nos miramos, gritan las pupilas, tus piernas se deslizan abriendo las mías por debajo de las sábanas, despacio. Te hundes, cierro los ojos sólo para volver abrirlos. Tus manos buscan mis manos, se cruzan, se mantienen férreas. Hola, te digo despacio, cómo siempre, mientras te miro a los ojos. Hola amor, me contestas sin despegar la vista. Te siento en mis entrañas. Mi boca recorre ahora, la suave selva de tu pelo, se pierde, llega hasta tu oído. Te amo, musito entre cortado. Mírame me pides.
El amor urgente habla por tu cuerpo trasformado, por el mío, abandonado. Aquí, tú y yo ofrendándonos quizás, por última vez.
No te olvidaré jamás me dices, volveré...Shutt,no digas más, te pido despacito.
Duele tanto amar para recordar. Te irás en cuanto amanezca, tal como llegaste a mí.
No pienses me dices, adivinando en mis ojos contradicciones que afixian. No permitas que lo haga contesto, mientras paseo el índice por tu boca, no dejes ese espacio.
Tu boca busca la mía , mis manos aprietan tu espalda, arremetes en mi historia traspasándola, borrando en cada embestida tatuajes de mi cuerpo, paisajes añejos. Mis caderas se sueltan, bailan tu música, la espalda se curva , siento que me elevas y vas conmigo. El fuego de tu boca en mi cuello quema, como quema tu sexo, como quema todo tu cuerpo, muerdo mis labios, cae el pelo en cascada hacia atrás, lo suspendes firme. Ahí quedo.
La tormenta lleva las olas a estrellarse contra el roquerío una y otra vez con vehemencia. Tus brazos me contienen, tus piernas aprisionan las mías, mi cabeza va hacia atrás y vuelve, la boca entreabierta. Soy tu esclava rijosa, la impúdica que convulsiona entre sábanas revueltas, entre olores y sabores indecibles.
Ámame me pides, la garganta se distiende. No es posible hacerlo más.
Te amo en esta hora robada, con lujuria, con premura, en este presente nuestro, inviable. Mis labios alcanzan tu cuello, entonces susurro deseos, quejidos, incoherencias, palabras obscenas, te amo y te detesto, hazme tuya nuevamente, déjame sufrirte, siénteme, búscame. Tu cuerpo rígido se hunde en mi búsqueda, cede, vuelve a crecer, te oigo en mi oído, apuras, gimes, muerdes mi hombro, tu cabeza renuncia en mi cuello , siento un beso. Te abrazo fuerte.
La luz se filtra por la ventana, abajo el Mapocho pasa camino al mar, El cielo se abre. Duermes la última noche entre mis brazos. En unas horas partirás. Beso tu frente . No existirá jamás un poema que pueda describir la belleza de tenerte.
7 comentarios:
No describo lo que mis neuronas piensan de tus letras. Si cuento una coas; alguien tiene suerte de haber merecido esas palabras!!
Besos desde la nieve
Vaya..vaya...vaya... la Poetisa del Lebu le hace guiños a la esencia de la poesía de Gonzalo Rojas...Una poetante se abre caminos para no sentirse ausente mientras en silencio describe las sutilezas y secretos de un camastro...Una dulce y firme mujer de palabras penetrantes que arde en los rincones de mis fantasías ahora...de mis fantasías de escritor opiparo en deletreos...me gustas cuando escribes por que no estás como ausente....
Una mujer que vive de recuerdos,para hacerlos llegar aún lugar que ya no existe,pero lo intenta una y otra vez,como un suplicio del de donde no sabe salir ni aceptar.No quiere más que vivir de recuerdos y no permite dejar vivir.Muy triste esta acción
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Estimado señor anónimo:
Todo escrito debe asumirse desde el contexto. Los cuentos viven sus propios mundos, con personajes y circunstancias inherentes a ellos Yo sólo describo situaciones.
Si el autor quisiera reflejar su pensamiento o su vida lo hará saber al lector. Hay textos que si son autorreferente Per sé, cómo las autobiografías , manifiestos, diarios ( con algunas observaciones ) etc
En este caso la protagonista relata una vivencia en tiempo presente . No se puede aventurar que continúe ligada al recuerdo, no lo dice, no dice que no vaya a seguir respirando normal y tampoco está explícito en parte alguna que no deje vivir a terceros.
Como autora, tengo cuentos narrados desde una perspectiva masculina y no por ello soy hombre. Hay otro que escribe una gaviota, no por ello soy ave, desde la niñez y hace mucho que pasé por ella etc.
Sugiero alejar mi persona de los escritos, sólo déjate volar a donde lleven .
Saludos
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