domingo, 29 de mayo de 2011

CAMINOS POR SENDAS, SENDOS CAMINOS CORTADOS


Te asusta el bosque, huyes con tu valentía urbana del misterio del barro y de la miel, temes a la furia del animal salvaje, a la lectura entre líneas de las ramas contra el cielo. Allí, donde lo pequeño sustenta y lo mayor es fruto, el pleno lugar donde la voz pertenece al silencio que se quiebra sólo, cuando llega la mirada al epicentro de los ojos.
Padeces de hidrocefalia severa para nadar lagos sin fondo donde se puede morir ahogado sin seguro de vida.
Pasos largos se pierden en tierra de prisa corta.
Te he visto merodear sus límites, acercar la mano, y sé de tu corazón que salta del pecho, te he visto llorar a su vera, a la mía.
Sé que temes a los bosques casi indomables, los que no tienen caminos ciertos de entrada ni de salida