viernes, 21 de octubre de 2011

Los detalles,
pequeñas pelusas que habitan las esquinas,
se mecen como hojas en la rama.
Me quedo quieta arbitrando un cielo gris
Por ahora gana el sol, tres a uno.
Miro el reloj, los hechos giran lentamente
como en una calesita pintada en una tarjeta amarilla
Otros más tímidos giran sobre si mismos.
Mi tiempo de destiempo, un sobre tiempo ganado.
Preciso el deporte necio del arraigo y los motores de avión.
necesito estrujar los músculos para desaguar el llanto
Debe ser callado, orgánico y sin luces, para ser honesto.
Una hora de detalles circulando, mirándolos coexistir,
sólo dejando que sean como son.
Yo en silencio no intervengo
El sol, acaba esta vez con un buen marcador a su favor.