domingo, 10 de enero de 2010

ENTELEQUIA


Los forcejeos en la reja de entrada distraen mi escritura, me paro del asiento, avanzo hacia la ventana y descorro la cortina. La imagen que alcanzo a distinguir, me derrumba.
Siento mis piernas pegarse al piso, quedo inmóvil, incrédula, desconcertada. Apoyo la frente en el vidrio.
Ella había prometido no hacerlo más. Si alguna vez, ocurriera nuevamente dijo, pasará desapercibido. Seré tan silenciosa qué nadie podrá adivinar, que ha vuelto a suceder una vez más, y una vez menos.

Después de mucho tiempo, hoy vuelvo a ver la mortal palidez carcomiendo sus mejillas. Con profundo dolor observo su cabellera otrora sedosa y brillante, convertida ahora, en una maraña mustia de apariencia áspera. Está muriendo .
Observo desde lo alto, como sus débiles manos, intentan encajar la llave en la cerradura agotando las últimas fuerzas que adivino, manan de la necesidad de volver a este lugar, su único y sempiterno refugio donde nace y muere ya casi, irremediablemente. La llave calza, gira lentamente en su combinación, la puerta de fierro cede.
.
El aire en la habitación despierta el consabido olor a flores, sutilmente a formalina y luto. Cierro los ojos, retengo la respiración por unos segundos intentando controlar las nauseas. Sudo helado, me contraigo, en la garganta siento la suya, fusionándose, traspasando el gélido alimento de la angustia y la decepción.
Entre dientes procuran escapar improperios sin norte. El acto de la vida es singular, reflexiono, intentando no emitir juicios ligeros. Somos portadores de libre albedrío. Aunque arda la rabia por dentro y la pesadumbre me embargue, aprendo que un espejo, no es suficiente.

Cierra la reja con lentitud. Escucho pasos en la escalera que cada vez se acercan más. Pausada, la puerta se abre a mis espaldas. Me mantengo quieta en la ventana observando el vacío que ha dejado afuera, la misma sombra que ahora me observa. El perfume amalgamado de las flores bloquean palabras, no median preguntas, los insultos se contraen. Un silencio condenatorio y misericordioso cruza el espacio que justifican dos siluetas.
No es necesario, le digo sin voltear adivinando expiaciones. Pierdo la mirada en el verde follaje de los árboles. Los veranos son así, caprichosos como la juventud. Existen movimientos de tablero que no podemos adelantar. Ya no debe asustar la oscuridad, nacimos en una noche larga en un mundo que vive de día, las velas que logramos encontrar, cuando las encontramos, a la larga se apagan, a tientas salimos a buscar otra, y otra. Es nuestro signo, seguiremos así, hasta que nos acabemos.
Permanece en silencio, oyéndome. Ahora tengo la certeza que no puedo cambiarle. Las hojas se mueven lentamente, hay brisa le comento, ya no importa, sólo importa que exista el árbol, la vida en ellos pasa hermosa, ingrávida y vital. No te culpo,continúo, no podría hacerlo, pero duele, te lo tengo que decir. Duele tanto y estoy agotada, sé que tú también lo estás , acaso más que yo, porque eres tú quién baja, yo me quedo en formalismos.
Aprendimos mal, sabes? Las lunas esa noche estaban ocultas, las lenguas cambiadas, leímos obsoletos y bebimos agua destinada a las mariposas.
No quiero ver tu rostro desfigurarse, miembros rígidos, ojos consumidos , alma seca. El día está en su mitad, el aire aún expande mis pulmones. Soy cobarde ante ti.
En algún momento, confesé a alguien, que estoy consiente de estilar indolencia. Existe un universo secreto cuyo acceso está restringido. Ingresar a él es peligroso. No debo hacerlo. No soy una piedra pero debo actuar como ellas. No tengo tiempo para repararme, no puedo permitir que vuelvan a desarticularme una vez más, si así fuese, no volveríamos a pararnos jamás. Tan válido, fue en esa ocasión lo que dije, cómo ahora lo es para ti.
He visto lo suficiente, le digo condescendiente. Necesito que me dejes sola, no quiero llorar más, nos hace mal, necesito pensar, reordenar, es posible que decida arrancarte para siempre el corazón

1 comentarios:

Anonymous Anónimo ha dicho...

Antes de dormir recorto tú imagen desnuda
al contraluz con mi camara y dejo que tú
belleza inunde mis ojos y mis sueños.

Bonito ¿ verdad ?

12 de noviembre de 2010, 20:57  

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