I I
No sé si te pertenecieron algunas vez los años
si hubo algún destino que cumplir
alguna sed para beber
algún presagio
una voz humana
Ahora veo a los zorzales picoteando la tierra
tal vez te encuentren
y luego
-Se me ocurre- en su estricta quietud
Se pregunten lo mismo que yo
DANTE CUADRA
*** QUIÉN ERES DANTE CUADRA? ***
Primer libro del poeta Dante Cuadra
"Zurdo Puerta Afuera"
Un nuevo caso insólito en el escenario de la poesía
Prólogo de Jaime Valdivieso
(Fragmento)
Ya nada puede extrañarnos luego de que Arthur Rimbaud a los catorce años cambió la poesía de Europa, y de que el poeta como creador y la poesía como fenómeno estético es algo único y muchas veces inexplicable. Pero es igualmente inexplicable que un poeta completamente desconocido y pasado los cincuenta años, haya irrumpido como un caso sorprendente tanto para los primeros que leímos sus poemas, como para el propio autor que tampoco sabía nada antes de mostrar sus versos que, con mano maestra, acaparó la atención desde el primer momento de cuantos lo leímos o escuchamos.
Pero ¿quién es este Dante Cuadra, que se da el lujo de llamarse Dante? Nadie y todos como descubrió igualmente el poeta francés, nadie más que un luminoso desconocido alojado en él sin saberlo, y dice y ve cosas que la mayoría no ve y debe aceptar con igual sorpresa, y tal vez hasta se anticipe a dialogar con otros poetas dentro de cien años como el caso de nuestro Neruda a quien marcó el joven Rimbaud con sus versos de: “Solo con ardiente paciencia conquistaremos la espléndida ciudad que dará luz, justicia y dignidad a todos los hombres”.
Leyendo estos poemas de Dante Cuadra no puedo dejar de recordar la reflexión de Nikos Kazantzakis en su libro fundamental, Carta al Greco, refiriéndose al arte y a su poder para volver lo efímero en algo permanente:
“El gran artista sabe mirar entre el flujo de la realidad diaria y registrar los símbolos eternos e imperecederos. Detrás de las actividades agitadas y frecuentemente inconsistentes de los hombres, distingue plenamente las grandes corrientes que pasan a llevar el alma humana. Toma los eventos y los reordena dentro de una atmósfera imperecedera. El gran artista considera la representación realista como una desfiguración y una caricatura de lo eterno”.
Nadie se sorprende hoy entonces de que la literatura y el arte sean un gran medio de conocimiento y testimonio histórico. Pero tratándose de la poesía hay un hecho adicional y no menos importante: el poema es un reflejo del alma que revela el pulso del espíritu de todo un país en un período determinado, un instrumento que podríamos llamar espiritómetro. Y esto último, aparte de su belleza y originalidad intrínsecas, lo que aparece desde los primeros poemas, junto con una inquietante ironía, en este libro titulado: Zurdo puertas afuera.
Quién más triste que yo
Quién más triste que yo
si no mírenme
mírenme el cuello
miren mi pelo
mírenme el país
y esta ceniza en la boca
triste y perpetua
como mancha antigua
en el cielo de la pieza
Quién más triste que yo
si no tú conmigo
Los caracoles no se detienen
Hace ya días
Siglos casi
Un torrente de caracoles callados
Trepa por los muros de mi casa
Y las flores
Azules
Se enredan en el aire
Caen y se apagan
Los gallos cantan de lejos
Adivinaciones y presagios
Cantan a toda hora
Con la impertinencia propia de los dioses
Indulgentes
Me levanto a la madrugada
Hace ya días
Siglos casi
Que todos los lugares son remotos
Me pregunto de qué color es el aroma
Del agua a punto de hervir
Y salgo a esperar otra noche
O alguna revolución ciega no consignada
En el reloj
Los caracoles no se detienen
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