jueves, 4 de abril de 2013

Me he convertido en un país único
parecido al mío
larga, cubierta de vidrio
frágil, taciturna,
un poco bizca  cuando mira de cerca,
rodeada de todo lo que nadie escucha,
alas  cortas
monocromáticas por falta de sol.

Al fondo
reconozco el mundo a través de la nostalgia,
seduce,
delirante calesita de quimeras verdes.

Te lo cuento casi en secreto,
cultivo uvas al final del pasillo,
aproximación al vino,
en ese lugar redondo, convexo,
tan íntimo donde se posan los labios.

Me dejo habitar por  aves,
encerrada entre entre mis piernas
vuelo con ellas y sueño con barcos,
uno ancho que acaricie mi pelo
hasta hacerlo dormir.

Soy un estado simple
sin deuda externa,
he pagado lo edificado a más del precio,
he sido  timada, me han cortado lazos,
he sido devastada.
Opto por el dialogo a solas,
deslizarme por la textura de la sombra,
a las entrañas del horizonte
allá, donde se confinan  mis aldeas.