jueves, 4 de abril de 2013

PARQUE


Observa atentamente el ruido de la hoja,
abre y cierra
cada vez que sopla el viento.
Los escritos saltan a la cara,
giran al revés
como la danza de mi cuerpo,
se acomodan
como el arte verde de crecer.
A través del limbo
se ven los estruendos prohibidos del sol,
ese lado perdido de la calle
que un día guarde en sus ojos
con la esperanza de volver,
los dedos inquietos de los niños,
mis zapatos de ayer,
la intolerable sombra
             de lo que soy.