Lastimeramente,
siento sumergida en mis venas
la urbe desnuda de tu nombre.
Para engañarme,
esta noche prefiero elegir
una calle prehistórica al azar,
o
tres páginas de un libro
que jamás terminaré de leer.
Por hoy ,
la ideología que cruza mi cuarta costilla
se confiesa agnóstica:
el recuerdo no habla, es mudo, un demonio oculto,
una astilla de esquizofrenia.
Sólo necesito una buena anestesia,
la trinchera eficaz
de una estúpida excusa entre los dientes.
siento sumergida en mis venas
la urbe desnuda de tu nombre.
Para engañarme,
esta noche prefiero elegir
una calle prehistórica al azar,
o
tres páginas de un libro
que jamás terminaré de leer.
Por hoy ,
la ideología que cruza mi cuarta costilla
se confiesa agnóstica:
el recuerdo no habla, es mudo, un demonio oculto,
una astilla de esquizofrenia.
Sólo necesito una buena anestesia,
la trinchera eficaz
de una estúpida excusa entre los dientes.
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