sábado, 1 de junio de 2013

¡Qué sola estará hoy esta noche,
 detrás de las sombras y de los  inservibles escombros
¡Este lecho azul de acero!
¿Quién extrañará tu duro silencio,
 el tronco desnudo del día,
la forma encumbrada de tu arco?
 ¿Tu piel desprendida, extendida, temerosa,
acuchillada
después de haberte visto armarte de estrellas inútiles ?
Una vez más, otra vez,
el roce inconfundible del aire en la ventana
la caricia helada,
esas mentiras que se tejen en la oscuridad,
el tiempo en las uñas,
otra vez la noche, errada, errante,
con mi nombre a la rastra, a solas,
escribiéndome  cartas,
la misma soledad, la más cierta y abundante,
y este largo pelo donde se retuercen las manos
hasta embrutecer.