sábado, 5 de abril de 2014

ODIAR O QUERERTE

Odiar o quererte esa es la cuestión,
sin paraguas, desnudo, a la intemperie
con el sol ardiendo afuera y el frío en las manos,
cuando entres en la habitación, eches los dados
y una paloma pase y con tu puño la destroces.

Odiar o quererte todo el campo,
las bisagras desgastadas de tanto portazo,
sobre cama de nuestros huesos enfermos,
al final de la última coma,
entre el paréntesis de esta novela,
en los esquejes latentes de nuestras manos
inciertas
infantes
ancianas.

Quererte en las vitrinas de este pueblo remoto
con la idea con que despierta mi piel tan húmeda por la mañana
contenerte en el vapor del espejo
en la ira
en este desesperado afán de odiarte o quererte
cuando caen mis viseras dentro de tu boca.