martes, 7 de mayo de 2013

GOLPES DESNUDOS ( LAS DESAMADAS)

No es el invierno lo que amorata la piel.

No es el frío que anda suelto por las calles
lo que estremece el aliento.

Nada externo delata así, la crudeza.

Es el equivoco entre costilla y costilla,
un absurdo atajo que sale al camino
y muerde la sombra.

La emboscada salvaje que tejen las avispas.

Es aquella voz,
que un día  amamos
errados,
por sol,
por vida,
por fina canción inexistente.

¡Como nos hacía tan falsamente bellas!
                                          ¡únicas!
                                   ¡extensas!
                                                ...acotadas!

No sentíamos más dolor que indoloros golpes
invisibles,
    invierno o verano.

Habitábamos el salón morfinómano
de la infamia.