jueves, 18 de febrero de 2010

TRANCE


Esta tarde, en el mar suigéneris que le circunda,
la lengua sabe amarga y pastosa.

Será que el café estuvo a deshora?
Será que las horas han pasado por el lado opuesto al sol?
Será que se ha servido mucho del vacío?
Será que las horas ya no marcan minutos si no, desminutos?

La boca se llena de tierra que traga de a poco
Probable es, que hoy sea unos de esos días,
en los que mueren otros, atorados de preguntas.
Y si mañana, saboreando más signos se resucita o no,
será otra duda que moleste tanto, como un café mal puesto