Ahueco los zapatos, el pecho,
el bolso verde sobre la cama,
vacío estantes llenos de palabras que alguna vez olvidaré,
vacío la soberbia,
el hambre, los ojos
y se oye en silencio una rama golpeando el vidrio de la ventana

 toc

 toc

cuando caen los balcones rendidos de calle
los despojo del tiempo
y así...tan niña
(como cuando era una muñeca en los brazos de mi madre)
desojo las horas que me han endurecido
y así...desnuda de historias
vuelvo a la caricia absurda de mi obituario.

El único que me quiso

                                        no me conoció,

                                         
 no me amó, tampoco me olvidara

Antes que termine el verano

es imprescindible comprar un pedacito de sol

llevarlo en los bolsillos en días como hoy .

Pablo Pérez de los Santos Custodios
es un tipo joven a pesar de su antiguo nombre
según él tiene alcurnia y dejo de divo europeo
(y un mustang)
observa pechos de google
nalgas de 5 quilos entre cuatro manos mientras re-galonea los testículos.
María (alias: la shicona) (alias: barbarella)
(alias: mariposa de fuego) (alias: la blanquita)
toca la puerta moviendo las caderas
acomodándose el hilo que apenas sostiene un perfume rancio de erotismo
sobre el techo de sus piernas .
- Soy yo... la misma
- Un gusto linda, tus senos son bellos bajo mis penumbras
 y tu aliento a mar añejo me eleva en esta dirección
 ¿Quieres sentirla?

 ( ¿y el amor?)

 su sonrisa marca un arco iris en los ojos de Perez
 brillan como estalactitas sobre el escote que desea arrancar
 la puta mira su celular
- La noche es larga ...
tanta espera entre tanto bla bla y tanta cámara...

 se para con ese aire de gigoló a buscar vasos a la cocina
 vino? cerveza? hielo? música de rock?

 Y pasa la noche y se queda solo con su cerveza
 mientras observa en la cartelera de twoo tetas frescas
más tristes
más vacías
anhelando un jardín de violetas
dentro de las vaginas de google.

Un hombre sobre su cadáver es un héroe
hasta pareciera que el arma fuera un laurel resaltando la nuca
una mujer suicida es patética
una puta de aquellas con tristeza en las tetas y en los sueños
o una ama de casa que cayó desde el ultimo lugar de la alacena
( celosa)
( pero su marido de verdad la engañaba)
he sabido que fumas demasiado
que te bebes hasta la barra del ultimo recuerdo
no llamas las llamadas pendientes
(entre ellas las mías)
este ultimo tiempo me azota tu perfume cada vez más fuerte
será que me voy volviendo vieja como tu retrato
dibujo tu rostro para cantarle cuando el gesto de la vida me da codazos
y el desprecio me sangra las narices
me golpeo en tu ternura antigua hasta quedar emborrachada
así deberíamos morir las mujeres
aferradas a una especie de boya amarilla
con los nombres en olas golpeando las mejillas
ahogadas de amor
yo pido volver a verte como todos piden
me concedo el derecho de ser infiel
pido que deje de llover sobre la carne
la noche está dentro de nosotros
los cuchillos
             no paran de silbar

Mi era se levanta entre pájaros acuáticos
los peces vuelan sobre los árboles esta mañana de montaña lluviosa
todo es gris pero las aves flotan.
Un ave canta tres años dentro de mi garganta un nombre que sabe a muerte
me desveló el aliento de la espina la mañana que vagaba y no llega
el frío de la roca que va minando mis pies
y esta mañana acusada de fiera me levanto dentro de un loco disfraz de loca
los barrotes pegados en las uñas con la era puesta dentro de los ojos
alguien en la frontera grita ¡ cierren las luces! ¡ apaguen las velas!
los tordos azules llegan a mi puerta derribando balcones de mi enfermedad.

Te devuelves y me miras
(pero no me ves)
giro en movimientos animales
mientras el cielo cae bajo las balas del cazador

Erase una vez que con la espina de un

                pez-cado

escribía los finos detalles de mi muerte

El cielo murió hace tres años

abrí la puerta

el asesino llevaba una flor.

Organizo los pedazos de guerra
hubo tanto fuego cruzado que aún entre las chispas saltan huesos y partes de metrallas
entre las piedras arden mis dedos
frente a una fotografía.

Semi sentada, semi escribiendo, semi eterna,
semi sola,
semi adherido los ojos a la inmovilidad perfecta del movimiento del mar

arquitectónica mezcla
agua y sal.
Las olas se levantan, avanzan, se confunden y enredan,
aturdidas de rugidos cabalgan el azul
                                   en el caballo verde de la muerte

    observo                       desde mi primitiva soledad.

Desde que la lluvia comenzó a filtrarse por el techo

sentí frío

y una tos crónica venida de la calle llego a quedarse en la garganta

afónica entre la tormenta y las frazadas

                                              no leo poemas de amor.

con tu nombre cruzo la calle

un instante
 ,,,

la lluvia

el sabor de las vocales armándose en la boca


                                             AL OTRO  LADO

                     LA MAQUINA INSOPORTABLE

                           NOS VUELVE A DISPARAR

Soy lo que me tocan

un grito

una gota que tiembla y cae

caliente o piedra fría

un instante oscuro dentro del incendio

pertenezco a las cenizas

a razones desconocidas

a los dedos del escultor

a la dura carne y a la madera

al escándalo

al éxtasis

a la misma muerte.