domingo, 15 de junio de 2014

Nadie sabe blasfemar como yo cuando me alcanza
y hunde en mis costillas la barbarie.

Nadie posee como yo los senos rotos
la casa herida.

Nadie sabe que los ojos corren tres años antes de estallar
ni del grito enterrado en la tumba de mis dientes.

Nadie responde como fue que se mató
tan lentamente Dios.
Si pudiera tener entre mis dedos los ramos de tus rosas
la vida sería más soportable, comprensible, al menos caminable.
Podría invertir las baldosas y escribir sobre ellas cada paso,
mecanismos y engranajes,
cantos y voces que las cruzan.
Descargaría mis barcos pesados en el muelle,
volvería con bodegas vacías a remontar de nuevo,
liviana,
el inevitable retorno a mar abierto.

viernes, 13 de junio de 2014

Breve como una semilla
tu boca
sabe a noche
ostento un lujo que colma la copa





 veneno.

jueves, 12 de junio de 2014

Mi piel se abre desnuda al miedo que la nutre
               
                 sabe a cráter

               ( percepciones)

                   ave ligera

                      tibia

   como sangre en la boca de los muertos.

sábado, 7 de junio de 2014

Camino desde el horizonte del hueso hasta la boca
afuera la lluvia no deja escuchar el rechinar de los dientes
(canción invariable)
        (sanación).

Llueves a cantaros en el entreterno de mis manos frías
en los acantilados de la lengua
la orfandad trepa por la cuidad
                                                     

                                                                    todos han huido.